El Solothurn ST-5 es un cañón automático de 20 mm diseñado por Solothurn en Suiza que, en última instancia, fue la base del diseño de la exitosa serie de cañones FlaK 30 de 2 cm utilizados por Alemania en la Segunda Guerra Mundial.
Historia y desarrollo
Solothurn era propiedad de la empresa alemana Rheinmetall, que en ese momento tenía prohibido desarrollar ciertas armas. Este y otros fabricantes alemanes buscaron asociaciones con empresas extranjeras, a menudo siendo propietarias de ellas, en un esfuerzo por eludir las cláusulas del Tratado de Versalles.
El ST-5 disparaba el cartucho 20 x 138 B, llamado también "Solothurn Largo". Su vaina tenía 138 mm de largo, lo que la convertía en la munición de 20 mm más potente disponible.[1]
Usuarios
- Alemania nazi: Aunque Alemania no adoptó el Solothurn ST-5, la Kriegsmarine compró una variante del cañón para emplearla como armamento antiaéreo a bordo de sus buques. Recibió la designación 20 mm C/30 y equipó a varios buques de guerra alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Fue la base del diseño del 2 cm FlaK 30.[2]
- Bulgaria
- Grecia
- República de China: Durante la segunda guerra sino-japonesa, el Solothurn ST-5 fue el principal cañón antiaéreo ligero del Ejército Nacional Revolucionario. Fue empleado en la Batalla de Shanghái y en la Batalla de Nankín. No solo fue empleado como cañón antiaéreo, sino que también fue empleado contra los tanques y automóviles blindados japoneses, destruyendo 15 tanques en la Batalla de Taierzhuang.
Notas
Bibliografía
- Gander, Terry; Chamberlain, Peter (1979). Weapons of the Third Reich: An Encyclopedic Survey of All Small Arms, Artillery and Special Weapons of the German Land Forces 1939-1945. Nueva York: Doubleday. ISBN 0-385-15090-3.
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